Responsabilidad social
La lucha continua por los derechos de las mujeres en todo el mundo
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, un reciente informe de ONU Mujeres ha destacado una pausa e incluso un retroceso en los derechos femeninos a nivel mundial. A pesar de los logros de las últimas décadas, en 2024, casi una cuarta parte de los gobiernos ha informado una reducción en la protección de estos derechos.
Situación actual de los derechos femeninos
El informe resalta un ambiente cada vez más adverso para la igualdad de género, reflejado en un incremento de la discriminación, el debilitamiento de las protecciones legales y la disminución del financiamiento destinado a programas de apoyo y protección para mujeres y niñas. Estas cifras son preocupantes: cada diez minutos, una mujer o niña pierde la vida a manos de un familiar o pareja. Además, a lo largo del tiempo, solo 87 naciones han sido lideradas por una mujer. La expansión de la inteligencia artificial y la tecnología digital también refuerza estereotipos negativos, mientras que la brecha digital limita las oportunidades de progreso para las mujeres.
El documento destaca un entorno cada vez más hostil para la igualdad de género, evidenciado por un aumento en la discriminación, un debilitamiento de las garantías legales y una reducción en el financiamiento destinado a programas de apoyo y protección para mujeres y niñas. Estos datos son alarmantes: cada diez minutos, una mujer o una niña pierde la vida a manos de un familiar o su pareja. Además, a lo largo de la historia, solo 87 países han sido gobernados por una mujer. La expansión de la inteligencia artificial y la tecnología digital también perpetúa estereotipos dañinos, mientras que la brecha digital limita las oportunidades de desarrollo para las mujeres.
El informe destaca que, en la última década, el número de mujeres y niñas residiendo en zonas de conflicto ha crecido un 50%. Además, activistas y defensoras de los derechos de las mujeres se enfrentan a amenazas constantes, hostigamiento y agresiones. Las recientes crisis globales, como la pandemia de COVID-19, el cambio climático y la inflación de alimentos y combustibles, han incrementado la urgencia de tomar medidas. En palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres: «Cuando las mujeres progresan, la sociedad en su conjunto avanza. Sin embargo, en lugar de expandirse la igualdad, lo que observamos es una creciente misoginia».
Progresos y obstáculos a 30 años de la Declaración de Beijing
Casi treinta años después de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, considerada como el plan más ambicioso para los derechos de las mujeres, el informe reconoce avances importantes. Desde 1995 hasta 2024, se han implementado 1,531 reformas legales en 189 naciones y territorios para erradicar leyes discriminatorias. Asimismo, se ha consolidado la paridad en la educación, la mortalidad materna ha disminuido en un tercio y la presencia femenina en parlamentos se ha duplicado. Sin embargo, la igualdad de género continúa siendo una meta distante.
A casi tres décadas de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, considerada la hoja de ruta más ambiciosa para los derechos de las mujeres, el informe recoge progresos significativos. Entre 1995 y 2024, se han aprobado 1,531 reformas legales en 189 países y territorios para eliminar leyes discriminatorias. Además, la paridad en la educación se ha consolidado, la mortalidad materna se ha reducido en un tercio y la representación de mujeres en parlamentos se ha duplicado. Sin embargo, la igualdad de género sigue siendo una meta lejana.
Con el fin de acelerar el avance, se ha iniciado el Programa de Acción Beijing+30, que sugiere acciones esenciales para asegurar la equidad en distintos sectores:
- Inclusión digital: Garantizar un acceso igualitario a la tecnología y mejorar la seguridad en línea para mujeres y niñas, además de estimular su participación en el liderazgo de la inteligencia artificial y la innovación.
- Erradicación de la pobreza: Aumentar la inversión en protección social, educación, salud y servicios de cuidado, lo cual contribuiría a la creación de empleos dignos y sostenibles.
- Eliminación de la violencia: Fortalecer las leyes contra la violencia de género y proporcionar recursos suficientes a organizaciones comunitarias que trabajan en la prevención y respuesta.
- Participación política: Promover medidas efectivas, como cuotas de género, para asegurar una representación equitativa en los espacios de decisión.
- Paz y seguridad: Aumentar el financiamiento para planes nacionales centrados en mujeres, paz y seguridad, además de asegurar asistencia humanitaria con perspectiva de género.
- Justicia climática: Ubicar a las mujeres y niñas en el centro de las estrategias de adaptación al cambio climático y garantizar su acceso a empleos verdes.
- Inclusión digital: Asegurar el acceso equitativo a la tecnología y fortalecer la seguridad en línea para mujeres y niñas, además de fomentar su participación en el liderazgo de la inteligencia artificial y la innovación.
- Erradicación de la pobreza: Incrementar la inversión en protección social, educación, salud y servicios de cuidados, lo que contribuiría a la generación de empleos dignos y sostenibles.
- Eliminación de la violencia: Reforzar legislaciones contra la violencia de género y dotar de recursos adecuados a organizaciones de base comunitaria que trabajan en la prevención y respuesta.
- Participación política: Impulsar medidas efectivas, como cuotas de género, para garantizar una representación equitativa en los espacios de toma de decisiones.
- Paz y seguridad: Fortalecer el financiamiento para planes nacionales sobre mujeres, paz y seguridad, además de garantizar asistencia humanitaria con enfoque de género.
- Justicia climática: Posicionar a las mujeres y niñas en el centro de las estrategias de adaptación climática y garantizar su acceso a empleos verdes.
Oportunidad para la acción global
La conmemoración del 30º aniversario de la Declaración de Beijing y la próxima sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69) representan una oportunidad clave para incorporar estas iniciativas en políticas nacionales y acuerdos internacionales. El camino hacia la igualdad de género es complejo, pero la urgencia de actuar es innegable.
Responsabilidad social
Alimentación consciente para el bien del planeta

Cada 22 de abril sirve como recordatorio de que vivimos en un mundo enfrentando problemas ambientales sin parangón. Más allá de las declaraciones oficiales o las promociones pasajeras, la crisis ecológica demanda medidas auténticas, continuadas y congruentes en todos los ámbitos: desde la normativa estatal hasta las prácticas personales. En esta jornada dedicada a la Tierra, el mensaje es evidente: cuidar de nuestro entorno no es una alternativa ni una tendencia, sino una obligación común, persistente y esencialmente política.
Se suele cuestionar: ¿cómo puede una persona corriente abordar una crisis climática de ámbito mundial? La frustración ante la falta de acciones por parte de autoridades y empresas puede resultar desalentadora. No obstante, intervenir desde lo cotidiano, con reflexión y juicio crítico, es una herramienta efectiva. Las decisiones que tomamos en nuestro hogar, al hacer compras, al desplazarnos o al elegir en las urnas tienen un efecto tangible.
Uno de los cambios personales más importantes tiene que ver con la dieta. Disminuir la ingesta de alimentos de origen animal, incluso de forma parcial, puede influir notablemente en la huella de carbono de una persona. La ganadería industrial es una de las principales fuentes de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, además de causar deforestación masiva y utilizar grandes cantidades de agua. Optar por una alimentación que incluya más vegetales, así como productos locales y de temporada, ayuda a que el sistema alimentario sea más equitativo y sostenible.
La manera en que nos desplazamos también importa. Dar prioridad a ir en bicicleta, caminar o usar transporte público no solo disminuye la contaminación, sino que también ayuda a construir ciudades más agradables, seguras y confortables para vivir. Incluso cuando es necesario recurrir al coche, compartir los viajes o combinar trayectos puede marcar una diferencia significativa. Cada elección es relevante.
En el ámbito doméstico, el consumo energético consciente es otro frente de acción clave. Desconectar dispositivos que no se están usando, invertir en electrodomésticos eficientes, moderar el uso del aire acondicionado o calefacción y, cuando sea posible, cambiar a proveedores de energía renovable, son medidas simples con gran impacto. Estas acciones, aunque cotidianas, representan una forma de activismo silencioso, una “política en zapatillas” que suma fuerza con cada persona que la adopta.
En cuanto al consumo, lo fundamental es optar por menos y con mayor calidad. El patrón de consumo acelerado, particularmente en el sector de la moda, agota tanto los recursos naturales como los humanos. La adquisición de ropa usada, la reutilización, la reparación o simplemente la reducción en la frecuencia de consumo son maneras eficaces de hacer frente a un sistema que se basa en la explotación y el despilfarro. La misma lógica puede aplicarse a los plásticos de un solo uso: minimizar su uso siempre que sea posible es crucial para resguardar océanos, tierras y ecosistemas completos.
El agua, un recurso que se vuelve cada vez más limitado, también requiere de nuestro enfoque diario. Gestos tan sencillos como cerrar la llave mientras nos cepillamos los dientes o emplear la lavadora únicamente cuando está llena, aunque parezcan pequeños, tienen un impacto acumulativo importante, especialmente en situaciones de escasez de agua a nivel mundial.
Pero más allá de las acciones individuales, existe una dimensión colectiva e imprescindible: la participación ciudadana. Cuidar el planeta implica también informarse, educarse, formar parte de movimientos sociales, exigir políticas públicas efectivas, apoyar proyectos comunitarios, y ejercer un voto consciente. No hay transición ecológica sin democracia, ni justicia ambiental sin justicia social.
Este Día de la Tierra, lo esencial no son más palabras motivadoras ni campañas ecológicas sin contenido. Se necesita consistencia, dedicación y acciones continuas. Lo que cada individuo realice hoy, por mínimo que sea, puede contribuir a un cambio mayor. No es cuestión de esperar a que los demás tomen la iniciativa, sino de tomar el control de cada acto diario. El porvenir no se recibe de manera pasiva: se edifica, paso a paso, con acciones genuinas y colectivas.
Ya que proteger el planeta no es únicamente un gesto ambiental: es una elección política, un hábito cotidiano y una urgencia que no permite retrasos.
Responsabilidad social
Acciones de empresas para preservar arrecifes en Colombia

En Colombia, diversas iniciativas lideradas por empresas, organizaciones y comunidades están contribuyendo significativamente a la protección y restauración de los arrecifes coralinos, ecosistemas vitales para la biodiversidad marina y la economía costera del país.
Una de las iniciativas más destacadas es el proyecto «Arrecifes de Energía», liderado por la empresa Chevron en colaboración con Corales de Paz. Este proyecto ha permitido el monitoreo y conservación de arrecifes en regiones como San Andrés, Bolívar, Sucre y Magdalena, involucrando a comunidades locales, entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales en actividades de restauración y protección coralina.
Además, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG) junto con el Acuario del Rodadero han plantado más de 40,000 fragmentos de coral en el lecho marino de las playas de Inca Inca, ubicadas en Santa Marta. Estas actividades son parte de la iniciativa nacional «Un Millón de Corales por Colombia», que tiene como objetivo restaurar 200 hectáreas de arrecifes de coral en siete departamentos de la nación. La colaboración activa de pescadores locales, entrenados en técnicas de restauración y buceo, ha sido crucial para el éxito de estas acciones.
En el ámbito académico y científico, la Fundación Ecomares ha liderado el proyecto «Restaurando y conservando arrecifes en Colombia», financiado por el fondo Colombia en Paz. Este proyecto ha generado más de 135,000 microfragmentos de corales masivos en Isla Tesoro, Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo, y ha capacitado a entidades nacionales en técnicas de reproducción sexual y cría de larvas de corales.
Estas iniciativas reflejan un compromiso creciente por parte de diferentes sectores de la sociedad colombiana para proteger y restaurar los arrecifes coralinos, reconociendo su importancia ecológica, económica y cultural. La colaboración entre empresas, comunidades, organizaciones y autoridades ambientales es clave para garantizar la conservación a largo plazo de estos valiosos ecosistemas marinos.
Responsabilidad social
Mujeres empoderadas a través de Conectadas

El proyecto Conectadas ha surgido como una propuesta innovadora que pretende disminuir la desigualdad de género en el entorno digital, proporcionando a jóvenes mujeres de comunidades periféricas, tanto rurales como urbanas, recursos formativos y tecnológicos para impulsar su crecimiento personal y profesional.
Implementado por la International Youth Foundation (IYF) con el respaldo de Google.org, Conectadas se ha centrado en capacitar a mujeres de entre 16 y 29 años en habilidades técnicas, socioemocionales y laborales, abordando barreras culturales y educativas que históricamente han limitado su participación en el sector tecnológico. El programa ha beneficiado a miles de mujeres en regiones como el sureste de México y El Salvador, donde la falta de acceso a la educación y la tecnología ha perpetuado desigualdades de género.
Uno de los puntos más sobresalientes de Conectadas es su metodología completa que integra capacitación en campos como soporte técnico, seguridad cibernética y programación con el desarrollo de habilidades interpersonales, preparación laboral y mentoría. Este enfoque global ha posibilitado que las participantes no solo obtengan conocimientos técnicos, sino que también refuercen su autoestima y confianza, aspectos esenciales para su integración en el ámbito laboral.
En complemento a la capacitación directa, Conectadas ha estado activa en concienciar a comunidades, familias y empleadores para romper con los estereotipos de género y avanzar hacia un entorno más inclusivo en el sector digital. Mediante paneles de discusión, campañas de sensibilización y colaboraciones estratégicas, el programa ha promovido un cambio cultural que reconoce y aprecia el potencial de las mujeres en el sector tecnológico.
Los logros alcanzados hasta ahora son alentadores. Investigaciones han mostrado un incremento notable en las habilidades digitales de las participantes, así como una mayor inclinación para emplear herramientas tecnológicas en su día a día. De igual manera, muchas han conseguido trabajos en el ámbito tecnológico o han comenzado sus propios proyectos, lo que favorece el desarrollo económico y social de sus comunidades.