La primera vez que el Borussia se enfrentó a un equipo español fue contra el Atlético de Madrid en uno de los cuartos de la extinta Recopa de 1966 (1-1 y 1-0) y acabó proclamándose campeón. 30 años después, el Dortmund jugó un partido con el Atlético, en la Liga de Campeones 1996-1997, y volvió a ser campeón. En el primer partido los Amarillos ganaron 0-1 en el Calderón. Uno de los integrantes del doble equipo del 96, Roberto Fresnedoso, lo recuerda para ABC: «Si alguien pudiera ayudarnos. Marcamos un gol de portería (Reuters). Pero subimos fortalecidos porque huimos con la sensación de que podíamos ganar».

Y así fue. En el Westfalenstadion el Atlético consiguió un gran triunfo que le valió acabar líder del grupo. «Tenemos fe porque en el Calderón nos sentimos superiores. Incluso si perdíamos por un gol, que era un partido perdido (Herrlich), estábamos jugando muy bien y pensábamos que conseguiríamos el gol».

Y tanto dijo, y lo notó cuando nos lo dijo por la cabeza, entrando como una exhalación: «Los rivales se sorprendieron que Pantic fue golpeado en un córner corto, después de un momento de duda y el extraño estaba centrado. Recuerdo que justo me lo decía Kiko y le dije: menos mal que te lo dijo porque no sabía qué hacer». Unos minutos más tarde, en un córner, Pantic ponía el 1-2 con una falsa directa: «Seguro que sabía lo que quería tirar».

Que el Borussia superó en la final a la Juventus de Zidane: «Recuerdo que volvieron a sujetar al Chapuisat de delantero, Matthias Sammer, que fue el Balón de Oro este año. Y en el medio Andreas Moller, que también fue la estrella de la selección alemana».

La temporada siguiente fue la del Real Madrid que se enfrentó al campeón alemán en semifinales. Un joven Fernando Sanz debutó precisamente en la Liga de Campeones en el equipo de Ida (del club de Hierro), el día que tomó la portería del Bernabéu: «Imagínense la presencia, encuentro el actual campeonato, debuto, en unas semifinales. definitiva después de 32 años. Y aquí están las cosas de las que te arrepientes si montas el Cisco con la puerta. Queríamos recurrir a la ropa, primero empezamos a jugar, luego no… Fue una angustia. Menos mal que ganamos 2-0 en la final».

«Era un súper equipo con Julio César, Sammer, Moller… Chapuisat era uno de los mejores jugadores de Europa y era un tipo con colmillo. En Dortmund intentó conseguir la ansiada recompensa del partido con gestos suficientemente antideportivos… pero no lo consiguió», recuerda.

En este encuentro el zaguero madrileño volvió a ser dueño y fue el más retirado: «La noche anterior estaba con una fibra de caballo, vomitando… y el doctor Del Corral me dijo que quería avisar al entrenador y Heynckes me preguntó : ¿Qué es esto? Y lo digo extraordinariamente. Y estaba hecho mierda, porque no había dormido. Y luego llegó uno de los partidos más completos que se jugaron en Madrid. Con Hierro y Redondo al lado nos fuimos del Dortmund prácticamente sin opciones (0-0)».

El conjunto del Ruhr no hubiera querido renunciar a una acción que acabó en la Liga de Campeones hasta la temporada 2012-2013. Volvió a la cancha en la final, pero luego tomó el camino hacia la ‘Euro Málaga’ de Isco, Baptista o Joaquín en pleno círculo de polémicas. El derecho lateral de aquel Málaga fue Jesús Gámez: «Aquella temporada fue muy bonita. Toda España estaba en las faldas de Málaga. Pero estamos en una situación muy triste, con muchas decisiones del árbitro que nunca entendemos».

Gámez se queja de que el 3-2 final marcado por Santana en el minuto 92 vino precedido de una clara derrota en el juego de los cuatro futbolistas: «Yo varias expulsiones que me perdonaron y en un partido que me dio un tiro, yo estaba reclamando el segunda tarjeta y me saca la amarilla. Ah, sí, qué cosas financieras se hicieron con el Jeque (Al-Thani) con la FIFA y con la UEFA y nos impedirán pasar».

En cualquier caso, el Dortmund practica un fútbol de muchos quilates: «En la Rosaleda fuimos los mejores para poder pararles (0-0). Pero todos nosotros, aunque tuviéramos más pose, y sintieran el peligro de lo que había sido, éramos una tripulación. Os acordáis del 1-1 en medio paso de tacón de Reus y como lo define Lewandowski… tenían un Gotze, un Gundogan, mucha clase».

El Borussia alcanzó la semifinal ante el Real Madrid, con cuatro goles de Lewandowski, pero cayó en la final ante el Bayern. A día de hoy nunca he estado en otra final de Champions, pero en los últimos años he tenido algunos momentos brillantes, como traer al Atlético de Madrid el que ahora es el mayor derrotado en toda la era Simeone, un 4-0. Fue en la primera fase, en el año 2018, y el segundo del Cholo fue Germán Burgos: «Este partido nos sorprendió. En aquella época en la que nos hacían dos gargantas ya era goleada, imagínense cuatro. Era un equipo muy rápido y trabajaron muy bien con una definición muy rápida. Nos lo hicieron pasó muy mal. Witsel marcaba un gol, Reus era terrible, siempre te lo daba caro, y Achraf jugaba para el gol y Dios para los goles».

Ya apuntando a la actualidad, el ‘Mono’ cree que el Borussia se ha reafirmado precisamente eliminando a los rojiblancos en cuartos. «Tuvieron un tiempo muy irregular y se paró al final. Pero no sé si irán a Madrid. Creo que tendremos un equipo muy unido. Con Hummels el veterano no puede abrir en mitad de la canción porque vienen los delanteros madridistas. Creo que los primeros 94 minutos hay que esperarlos”, bromea Burgos.

Roberto opina que la mayoría de los alemanes son las víctimas, como siempre lo han sido en la Liga de Campeones. En defensa tienen carencias, pero sus dos jugadores de la plantilla me parecen buenos y en su central, el Füllkrug, me parece duro, pero es muy efectivo”.

En similar línea lo expresó Gámez: «Ha venido aquí sin ser su favorito y su amigo. ¿Por qué no puedes ganar una final así? Quizás no tiene jugadores tan reconocidos como en nuestra época, pero tiene mucho mérito y el Madrid estaba harto del relajamiento».

Y Fernando Sanz da ejemplo al propio Real Madrid, campeón de la séptima: «Estábamos pasando y no éramos favoritos. En la final la súper Juventus pareció estar a la altura del pulpo y al final conseguimos el título. Este Dortmund tiene una lección para mucha gente a la que antes no le gustaba y hay que respetarla».