Rusia se está acercando a una ciudad clave en el este de Ucrania en uno de los avances militares más rápidos de su ejército desde el inicio de la guerra. Si logra capturar la ciudad de Pokrovsk, obtendrá una importante ventaja estratégica para apoderarse del resto de la región de Donbass.

Pokrovsk está en el centro de muchas líneas ferroviarias y de carreteras que atraviesan todo el Donbass. Un ataque ruso exitoso cortaría rutas clave de suministro de tropas hacia los últimos bastiones ucranianos de la región y permitiría a las fuerzas de Moscú amenazar las posiciones ucranianas al sur de la ciudad.

Los desafíos son enormes para Ucrania. En agosto, sus tropas se retiraron en ocasiones más de un kilómetro por día.

Quedan dos densas líneas de fortificaciones ucranianas entre la línea del frente y la ciudad, con zanjas antitanques para frenar el avance de los vehículos rusos y decenas de trincheras circulares para proteger a las unidades de infantería y morteros.

Durante la semana pasada, Ucrania envió tropas adicionales para defender las líneas alrededor de Pokrovsk. Rusia pasó de un ataque frontal hacia la ciudad a ataques hacia el sur, para ampliar el frente y amenazar con rodear a las tropas ucranianas entre Pokrovsk y la ciudad de Kurakhove. El semicírculo que Rusia ha formado en la región es una táctica conocida como «fabricación de calderos».

El avance hacia Pokrovsk fue la parte más exitosa de la ofensiva rusa en Donbass este verano. En otros lugares, los rusos atacaron la mayor parte del Frente Oriental, pero después de meses de feroces combates sólo lograron avances modestos. Un asalto que duró un año contra la ciudad de Chasiv Yar, en la cima de una colina, por ejemplo, avanzó unos cinco kilómetros.

Si bien la línea del frente se movió rápidamente durante el verano alrededor de Pokrovsk, la ofensiva rusa general en Donbass fue costosa y gradual.

Mientras tanto, Ucrania lanzó su invasión sorpresa de la región de Kursk en agosto. Pero su control sobre sus logros en Rusia todavía tiene que ser puesto a prueba por un contraataque serio. Y su objetivo de obligar a Moscú a desviar tropas de Donbass para contrarrestar el avance ucraniano en Rusia no se ha materializado. Las tropas rusas continúan avanzando hacia el Este.

Esta rápida fase de la guerra, sin embargo, podría terminar con lluvias otoñales que limitarían los viajes en ambos lados, ya que todas las carreteras, excepto las pavimentadas, se convierten en caminos embarrados prácticamente intransitables para vehículos pesados.