Salud
«Cenar mucho justo antes de dormir es un gran castigo para las mitocondrias»
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Tenemos antojos de dulce a todas horas, nos quedamos sin energía en seguida si no picamos, nos volvemos irritables y convivimos alegremente con esos ‘michelines’ de los que tanto cuesta deshacernos y que van aumentando año tras año… Tras décadas de alimentación basada en azúcares y un estilo de vida sedentario y estresante se nos han atrofiado esas valiosas vías de adaptación que nuestro cuerpo traía de serie y que nos permitían recurrir a la glucosa, a la proteína o a las grasas como combustible según las circunstancias. Hemos cambiado así nuestra natural flexibilidad metabólica por una rigidez que nos impide acceder al combustible celular adecuado cuando lo necesitamos y esa rigidez es precisamente lo que está detrás de la inflamación crónica, el exceso de peso, la falta de energía y las enfermedades graves como el cáncer.
Consciente de este contexto, la Doctora Isabel Belaustegui (@isabelaustegui) explica en su libro ‘Optimiza tu metabolismo’ (Grijalbo) cómo entrenar la flexibilidad metabólica a través de la alimentación, la actividad física y el estilo de vida aportando así lo que califica como un «manual de instrucciones» para entender cómo funciona nuestra maquinaria interna y para descubrir lo que tenemos que hacer para recuperar nuestro potencial.
Aunque asegura que somos flexibles metabólicos por naturaleza, en su libro aclara que nos hemos vuelto rígidos por culpa de nuestro estilo de vida…¿Qué es lo que más nos ha afectado?
Nos ha afectado mucho la manera de alimentarnos que hemos adquirido en las últimas décadas y que está centrada, en la mayoría de los casos, en el consumo de carbohidratos (sobre todo de harinas refinadas y de azúcares). Este tipo de alimentación bloquea mucho la flexibilidad metabólica.
Y también la bloquea el sedentarismo que es un mal generalizado en nuestro mundo moderno y que nos anquilosa no sólo físicamente sino también metabólicamente.
Estos serían los factores principales, junto con el estrés, que se ha disparado en los últimos años y que ya se ha demostrado que influye en el metabolismo a un nivel profundo.
¿Y qué pasa con el descanso? Parece ser otra de las asignaturas pendientes de nuestro modo de vivir…
Afortunadamente se está divulgando en los últimos años tanta información en este sentido que poco a poco está cambiando la mentalidad sobre el descanso de modo que ya no lo tomamos como tiempo malgastado sino como tiempo aprovechado.
La ciencia ha demostrado que todos nuestros órganos y sistemas sufren cuando no dormimos con la cantidad y calidad necesarias. Si no tenemos un sueño reparador, algo que es fundamental, esto también afecta al metabolismo, que es la base última de la salud. Por tanto, efectivamente el descanso es algo que hay que poner en valor, aunque nos cueste, pues es cierto que vivimos en una sociedad en la que resulta difícil parar de hacer cosas y primar el descanso.
¿Qué señales indican que nos urge entrenar la flexibilidad metabólica?
Tener exceso de peso, acumular grasa tanto en el abdomen como en la parte baja de la espalda, sentirnos inflamados y que nos duelan las articulaciones son cuestiones que solemos tener normalizadas pero no son normales. Nuestro estado natural es estar sanos y encontrarnos vitales, no siempre cansados. Sufrir dolores y cansancio permanente no debe ser el día a día.
Tres de los aspectos más extendidos que denotan falta de flexibilidad metabólica son, por un lado, la falta de energía o los altibajos de energía que llevan a picar a todas horas o a querer comer cada poco tiempo, especialmente cosas dulces.
Otro signo que denota esa falta de flexibilidad es tener exceso de peso (tanto sobrepeso como obesidad) o también la dificultad de perder peso o de deshacerse de la grasa que nos sobra.
Y el tercer problema común sería tener una inflamación descontrolada.
Aclaremos el concepto de inflamación, pues suele confundirse con hinchazón…
Es cierto que puede haber una cierta confusión entre inflamación e hinchazón, pero tampoco es algo que resulte muy descabellado pues uno de los signos que caracterizan a la inflamación es precisamente un aumento de volumen, ya sea por hinchazón abdominal a consecuencia de una inflamación intestinal o por una hinchazón del cuerpo en general o incluso en el rostro, con esa sensación de cara abotargada.
Pero en realidad lo que más me ha llamado la atención en los últimos años es que ya se está empezando a tomar conciencia del valor de la inflamación en la salud.
En mi caso es algo que siempre he tenido presente pues la inflamación es lo que está detrás de muchas enfermedades crónicas y siempre he procurado abordarlo desde la alimentación y el estilo de vida. Pero antes cuando lo mencionaba en consulta parecía que hablaba en otro idioma. Pero en los últimos años he visto que es un concepto que se ha hecho un hueco en la mentalidad colectiva. Y eso es muy positivo pues la inflamación es una de las principales causas de los problemas de salud.
«Tener exceso de peso, acumular grasa tanto en el abdomen como en la parte baja de la espalda, sentirnos inflamados y que nos duelan las articulaciones son cuestiones que solemos tener normalizadas pero no son normales»
¿Cuáles son las creencias erróneas en torno a la alimentación que aún persisten?
Sí, hay una gran necesidad de aclarar conceptos en un contexto de exceso de información que a menudo nos lleva a confundirnos. Pero además existen algunas ideas que parecen incrustadas en el inconsciente colectivo y que convienen ser revisadas porque contribuyen a aumentar la epidemia de obesidad y de inflamación que vivimos.
La supuesta necesidad de comer cinco veces al día, primar la cultura de los tentempiés o del picoteo constante o dar una importancia excesiva al desayuno son ideas equivocadas. De hecho sobre este último punto lo que se ha visto es que lo óptimo es todo lo contrario, ya que la ciencia ha demostrado que ayunar o retrasar el momento del desayuno dejando una parte de la mañana en vacío o tomando solo agua, infusiones, café o te con algo de grasas saludables eso ayuda mucho a nivel metabólico y protege el funcionamiento de las mitocondrias, que son la base de la salud.
¿Por qué se demonizan las grasas?
La clave reside en entender la diferencia entre las grasas saludables y las que no lo son. Pero es importante entender que las grasas saludables son fundamentales para vivir y que son importantes para la salud que en realidad son las que nos han hecho ser lo que somos. Pero resulta que muchas personas siguen teniendo grabado a fuego que son malas y también siguen pensando que la base de la dieta tienen que ser los carbohidratos o que el azúcar es el alimento del cerebro.
Estas ideas tienen que ir sustituyéndose por las correctas porque seguir anclados en ellas puede hacernos mucho daño. Conviene explicar, por tanto, y eso es lo que intento en el libro, por qué son necesarias las grasas, cómo pueden ser saludables y cuáles son las que debemos elegir.
Y resulta que, cuando más se necesitan las grasas, que es a medida que vamos cumpliendo años, es cuando más se eliminan…
Sí y eso es importantísimo. Si eliminamos las grasas y bajamos los niveles de colesterol bueno a niveles importantes nos estará faltando la materia prima a partir de la cual nuestro cuerpo fabrica testosterona y estrógenos, que son las hormonas que se necesitan para funcionar correctamente, no sólo a nivel sexual, sino también a nivel físico, mental y emocional. ¿Cómo vamos a funcionar correctamente si estamos excluyendo la materia prima que necesitan nuestras células para funcionar bien?
Y a la hora de aclarar cuáles son las grasas saludables y cuáles son las nocivas no podemos meter en el mismo paquete al aceite de oliva virgen extra que a la margarina o al aceite refinado. En estos procesos se puede obtener o un aceite virgen extra, que es como oro líquido para nosotros, o un producto nocivo que nos inflama, nos oxida o nos envejece.
Cuando habla de las fórmulas para activar el metabolismo pone el acento en los picos de insulina…
De forma muy resumida te diría que podemos hacernos a la idea de que las grasas son despensas de energía que tenemos a nuestra disposición siempre y cuando tengamos la llave para abrir esa puerta. Y aquí conviene entender que la glucosa y las formas de empaquetar la glucosa de nuestro cuerpo son como la nevera de casa: nos da combustible fácilmente, pues esa puerta se abre sin que sea necesario una clave o algo especial, por así decir. Pero para abrir la despensa de las grasas necesitamos tener niveles bajos de insulina. Por eso es tan importante evitar los picos de glucosa en la sangre, ya que cuando éstos suben es cuando se activa la producción de insulina. Y si la insulina sube, no podremos recurrir a la quema de grasas para obtener energía.
Saber controlar los picos de insulina es la pieza de dominó necesaria que puede hacer que caigan el resto de las piezas o bien hacia la salud o hacia la enfermedad.
¿Qué tenemos que hacer para evitar los picos de insulina?
Por un lado debemos evitar los alimentos de alto índice glucémico como los azúcares, los edulcorantes artificiales, los refrescos, las harinas refinadas, la bollería, la pasta, etcétera, o incluso algunas frutas tropicales muy maduras. Y por otro, habría que elegir los alimentos del grupo de carbohidratos de índice glucémico medio y bajo que son las frutas de temporada, las hortalizas, las verduras, frutos secos y semillas y combinarlos con grasas saludables y proteínas de alto valor biológico.
De esta manera aportamos un cóctel equilibrado de nutrientes evita los picos de glucosa y que permite activar de la grasa o de la glucosa en función de lo que necesitemos o, en definitiva, vamos a poder entrenar la flexibilidad metabólica.
«Los aceites refinados dañan mucho las mitocondrias, es como si les echásemos veneno directamente y por eso hay que evitarlos al máximo»
Denomina a las mitocondrias como «la central energética celular» que puede proteger nuestra salud… Y por un lado hace referencia al componente hereditario pero, por otro, también aclara la posibilidad de generar nuevas mitocondrias. ¿Cómo?
Las mitocondrias tienen la capacidad innata de autoregenerarse y reciclarse. Esto es la autofagia de las mitocondrias que se llama mitofagia. ¿Y cómo se puede hacer? Lo fundamental es evitar esos alimentos que son tan tóxicos como los azúcares, las harinas refinadas y los aceites refinados. Los aceites refinados dañan mucho las mitocondrias, es como si les echásemos veneno directamente y por eso hay que evitarlos al máximo.
Y por otro lado tenemos que elegir esos alimentos que nos aportan los nutrientes que necesitamos. Y eso podemos condensarlo en la siguiente fórmula: una dieta mediterránea rica en variedad, rica en colores, sin procesados, sin empaquetados y sin plásticos.
Y además podemos incluir ciertos elementos que van bien para las mitocondrias, como es el caso del té verde, por su aporte en epicatequina; o el brécol, por su aporte de sulforafano o la enzima Q10 que está presente en alimentos de origen animal como el huevo o la carne.
Y el propio estilo de vida también favorece o perjudica a las mitocondrias. Algo tan sencillo como evitar los tentempiés o dejar de picar todo el tiempo y practicar ayuno intermitente puede ser una ayuda importante para nuestras mitocondrias pues el hecho de dejar al cuerpo en reposo, en vacío de alimento con horas de ayuno, que sean adaptables a las características de cada persona, es necesario para cuidar las mitocondrias. Ese silencio corporal ayuda mucho a las mitocondrias.
También es útil un estilo de vida activo que nos levante de la silla y que nos saque de espacios cerrados. Estar al aire libre, disfrutar de la naturaleza, exponerse a la luz del sol y tener contacto con el entorno natural caminando descalzos por la arena o por el césped suponen un aporte interesante.
Igualmente un descanso de calidad, ir a dormir a una hora adecuada, crear el entorno propicio para el descanso con luces bajas dentro del dormitorio y la temperatura adecuada también contribuye a la protección de las mitocondrias.
Hacer cenas copiosas y con mucha mezcla de alimentos es una de las costumbres más perjudiciales para las mitocondrias. Está demostrado que cuando cenas mucha cantidad y además mezclas en esa comida diferentes alimentos que no son compatibles entre sí, se genera un proceso digestivo costoso que hace sufrir a las mitocondrias. La explicación está en que las mitocondrias tienen que hacer un gran trabajo de descomposición previo para que el cuerpo pueda generar energía a partir de esos alimentos, pero resulta que esa energía no se va a gastar porque nos vamos a ir a dormir en seguida o directamente, así que se genera una contradicción para la mitocondria. La mitocondria necesita sacar, liberar los residuos y las cenizas de su trabajo y eso lo consigue cuando nos movemos, cuando damos un paseo, cuando entrenamos o cuando permanecemos activos, no cuando nos vamos a dormir. Por tanto, cenar mucho justo antes de dormir es un gran castigo para las mitocondrias.
Cuando entendemos estas cosas, y es justo lo que he intentado con este libro, conseguimos reafirmarnos para tomar mejores decisiones.
¿En qué casos sería necesario consumir suplementos alimenticios?
La suplementación alimenticia debe estar siempre supervisada. Existe una tendencia a autosuplementarse y es un tema delicado. Realmente si se sigue una dieta con alimentos frescos, variada, limpia y a ser posible de producción ecológica y con una base de la dieta mediterránea estarás obteniendo los nutrientes que necesitas.
Y si, puntualmente, por algún proceso vital como momentos de mucho estrés, maternidad, una enfermedad o alguna otra situación que lo requiera puede pedirse asesoramiento profesional para que la suplementación pueda ser una ayuda extra. Es importante el acompañamiento, la guía y la supervisión de un profesional porque podemos estar intentando arreglar algo mientras perjudicamos otra cosa. Nuestra salud es compleja y todo está relacionado entre sí.
Soy más partidaria de actuar en la salud a través de la alimentación y del estilo de vida pues nos puede aportar lo que necesitamos en circunstancias normales (no en casos de enfermedad) y podemos encontrar en los hábitos saludables esa medicina diaria armónica, equilibrada y asimilable por nuestro organismo en sus necesidades y en su complejidad. Siempre he defendido que el medicamento está en el alimento y que su buen uso nos aporta mucho.
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Un recorrido de larga distancia en bicicleta por Santa Fe
La energía nerviosa era palpable mientras cientos de ciclistas, vestidos con coloridos trajes de licra, esperaban que comenzara el recorrido de 50 millas del Half-Century desde Santa Fe Railyard, un centro de galerías de arte, restaurantes y un mercado semanal de agricultores en Santa Fe. , Nuevo Mexico. Luego, finalmente, estábamos conduciendo por la ciudad cuando ocho policías en motocicletas se adelantaron para vigilar las intersecciones.
Pasamos por Roundhouse, donde se reúne la legislatura de Nuevo México. Pasamos por Museum Hill, donde cuatro museos exploran el suroeste de los nativos americanos, el pasado colonial español y mucho más. Entonces, finalmente, después de una docena de millas, Santa Fe estaba muy detrás de nosotros y estábamos solos, cabalgando a través de ranchos ondulados.
Fue el segundo día de un evento ciclista de dos días que atrae a más de 1.500 participantes cada primavera, quienes vienen por la camaradería y el desafío de montar juntos a través de un paisaje desértico alto, rico en historia, arte y tradición indígena. De todos los que asistieron al viaje de medio siglo, yo fui el único que usó una bicicleta de mano.
Las bicicletas de mano permiten a los ciclistas sentarse o acostarse boca arriba, girar las manivelas con las manos e impulsarse con la fuerza de los brazos en lugar de con la fuerza de las piernas. Mi bicicleta de mano, un modelo sueco liviano, tenía un motor asistido eléctricamente, esencial para personas como yo que no pueden mover las piernas.
mis brazos lo iban a sentir
Hace doce años, mientras lideraba una escalada en el Parque Nacional Joshua Tree en el sur de California, cometí un error costoso y me caí 40 pies sobre una roca implacable. La caída me rompió la columna y me cortó la médula espinal, dejándome parapléjico.
Lo que descubrí después de mi larga rehabilitación fue que de todas las cosas que ya no podía hacer, el ciclismo era lo que más extrañaba. El ciclismo era una gran parte de mi vida antes de mi lesión, desde que mis padres me regalaron una bicicleta Raleigh de tres velocidades cuando tenía 12 años. Más tarde, monté en las montañas costeras del sur de California, pertenecí a un club de ciclismo e incluso probé las carreras de bicicletas.
La bicicleta de mano me permitió redescubrir la libertad y la aventura que me había perdido desde el accidente. Al principio fue muy difícil, pero con la ayuda de un motor asistido eléctricamente descubrí que podía seguir el ritmo de mis amigos sanos. Todavía necesitando demostrarme a mí mismo que podía hacer una caminata larga, me inscribí en Half-Century.
El recorrido me llevaría por terrenos que van desde llanos hasta montañosos, antes de regresar a Santa Fe. Mis brazos lo sentirían al final de la carrera, unas horas más tarde.
‘¡A tu izquierda!’
Aceleré con fuerza durante las primeras millas, decidido a preservar la batería de asistencia eléctrica para las colinas más grandes que vendrían. Me había estado preparando para este paseo durante meses, sabiendo que entrenar los músculos del brazo puede mejorar la potencia y la fuerza en una handbike. Pero nunca producirán la potencia que los músculos de las piernas pueden generar, según Paul M. Gordon, presidente del departamento de salud, desempeño humano y recreación de la Universidad de Baylor en Wako, Texas, en gran medida debido a la diferencia en la cantidad de masa muscular.
Pero con asistencia eléctrica para compensar esta falta de potencia muscular, los ciclistas con lesiones de la médula espinal pueden seguir el ritmo de los ciclistas que usan sus piernas para pedalear. Mi bicicleta de tres ruedas tiene un motor eléctrico en la rueda delantera, alimentado por una batería de litio detrás de mi asiento. La potencia solo se agrega cuando giro las manivelas y un interruptor me permite ajustar el nivel de asistencia.
Pero todavía no estaba preparado para aumentar la potencia de la batería, incluso cuando los corredores más rápidos me adelantaban. Resistí la tentación de alcanzarlos mientras pasábamos ranchos de caballos, un antiguo cementerio e iglesias que reflejan la historia española de Nuevo México.
La larga fila de ciclistas serpenteaba a lo largo de la autopista 14, Turquoise Trail, una ruta panorámica entre Santa Fe y Albuquerque llamada así por la rica historia de la minería de turquesas de la zona. Los molinos de viento giraban lentamente, bombeando agua para el ganado que salpicaba los bosques de pinos y enebros.
Después de aproximadamente 22 millas, me detuve para devorar sándwiches de mantequilla de maní y beber Gatorade en un restaurante dirigido por amigables voluntarios. Luego continuamos nuestro camino, pasando señales de un taller de alfarería y cervecerías artesanales. Esta región, incluido el pueblo de Galisteo, ha sido durante mucho tiempo un lugar favorito para los artistas, atraídos por la luz del alto desierto y la intersección de las culturas española, nativa americana y anglosajona.
Pasamos por la salida que conduce a la estación Lamy, donde, hace 80 años, los físicos bajaron de un tren desde el Este a Los Álamos para ayudar a Robert Oppenheimer a construir la primera bomba atómica. En ese momento, como un conductor de Tesla fuera de casa, me preocupaba la autonomía y vigilaba la batería. Había usado aproximadamente la mitad de su poder.
La primavera suele ser la estación más ventosa en Nuevo México. Hoy no fue diferente y ahora cabalgamos contra el viento. Mis brazos estaban bajo mucha tensión y decidí que era hora de aumentar la asistencia eléctrica para compensar el trabajo extra.
Comencé a adelantar a otros corredores, sintiéndome más seguro, sabiendo que tenía suficiente batería para ayudarme a subir las colinas. Aún así, mis brazos se cansaron en las subidas, pero se recuperaron en las bajadas. » A tu izquierda ! » Grité a los demás corredores mientras los adelantaba a toda velocidad.
El ciclismo de mano como terapia
Hace cinco años, probé la bicicleta de mano en el Hospital Craig, cerca de Denver, donde Tom Carr es el director de recreación terapéutica. La bicicleta de mano es una herramienta importante en el programa de rehabilitación de Craig, que se especializa en ayudar a personas con lesiones de la médula espinal o lesiones cerebrales traumáticas.
«Podemos poner a las personas con lesiones de la médula espinal en una bicicleta de mano y mantenerlas seguras y exitosas desde el comienzo de su estadía», dijo Carr. “Tener el pelo al viento es algo que los pacientes no saben que algún día volverán a tener. Añadió que se ha convertido en un firme partidario del soporte electrónico, «especialmente para aquellos que se inician en él por primera vez». »
Pero las bicicletas de mano no son baratas. Pueden costar entre $ 10 000 y $ 15 000 o más. Afortunadamente, las personas con lesiones de la médula espinal o afecciones médicas que les impiden andar en una bicicleta convencional de dos ruedas pueden probar una antes de comprarla. Por ejemplo, Bike-On, una tienda de bicicletas de Rhode Island especializada en bicicletas de mano, ofrece sesiones de prueba en varios lugares del país. Y la Fundación Kelly Brush, con sede en Vermont y fundada por un atleta lesionado en un accidente de esquí, ofrece subvenciones para ayudar a cubrir el costo del equipo deportivo adaptado. Su sitio web tiene enlaces a organizaciones en los Estados Unidos que ofrecen experiencias de ciclismo a mano.
Una aventura termino
Estábamos llegando al final del recorrido, y aunque había disfrutado del compañerismo del grupo, después de tres horas y media de pedaleo estaba listo para terminar mi aventura ciclista. Mis brazos estaban cansados. Mi batería estaba descargada. Sin embargo, sabía que llegaría hasta el final.
Los últimos kilómetros de la ruta siguieron el Old Pecos Trail y partes de la Ruta 66 original a través de las sinuosas calles de Old Santa Fe. Mucho antes de la llegada de los colonos europeos, el sendero sirvió como ruta comercial entre las tribus Pueblo, Apache y Comanche. Ahora pasa por algunos de los mejores hoteles, restaurantes y galerías de arte que hacen de Santa Fe un destino turístico de primer nivel. Continué pedaleando, acercándome a mi objetivo.
Luego, finalmente, estoy de vuelta en el área de Railyard y un voluntario me entrega una medalla de finalista en una cinta. Lo acepto, feliz, cansado, orgulloso. Sentí el viento en mi cabello y encontré esa sensación de logro que acompaña al final de un largo paseo en bicicleta, incluso si mis piernas ya no se mueven.
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Salud
El experto en Parkinson visitó la Casa Blanca ocho veces en ocho meses
Un experto en Parkinson del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed visitó la Casa Blanca ocho veces en ocho meses desde el verano pasado hasta esta primavera, incluida al menos una vez para una reunión con el médico del presidente Biden, según los registros oficiales de visitantes.
El experto, el Dr. Kevin Cannard, es neurólogo especializado en trastornos del movimiento y recientemente publicó un artículo sobre la enfermedad de Parkinson. Los registros, publicados por la Casa Blanca, documentan las visitas desde julio de 2023 hasta marzo de este año. Las visitas más recientes, si las hubo, no se darán a conocer hasta más tarde, de acuerdo con la política de divulgación voluntaria de la Casa Blanca.
No está claro si el Dr. Cannard estaba en la Casa Blanca para darle consejos específicos al presidente o si estaba allí para reuniones no relacionadas. La página de LinkedIn del Dr. Cannard lo describe como «apoyando a la Unidad Médica de la Casa Blanca» durante más de 12 años. Su biografía en Doximity, un sitio web para profesionales médicos, lo enumera como «consultor de neurología de la Unidad Médica de la Casa Blanca y médico del presidente» de 2012 a 2022, que incluye las administraciones de los presidentes Barack Obama y Donald J. Trump.
Los registros de la administración Obama, cuando Biden era vicepresidente, muestran que el Dr. Cannard realizó al menos 10 visitas en 2012, más una visita familiar; cuatro en 2013; uno en 2014; cuatro en 2015; y ocho en 2016. Trump revocó la política voluntaria de divulgación de visitantes de la Casa Blanca de Obama, por lo que los registros no están disponibles para sus cuatro años en el cargo.
El Dr. Cannard no respondió a repetidas solicitudes de comentarios. En un comunicado emitido a las 9:40 p.m. del lunes, el médico de la Casa Blanca, el Dr. Kevin O’Connor, confirmó que el Dr. Cannard había visto al Sr. Biden tres veces durante los tres años y medio de su presidencia, pero no aclaró directamente si alguna vez lo había hecho. de sus otras visitas estuvieron relacionadas con consultas sobre la salud del presidente.
En cambio, el Dr. O’Connor sugirió que la mayoría de las visitas del Dr. Cannard estaban relacionadas con el tratamiento de otras personas que trabajan en la Casa Blanca. “Antes de la pandemia, y después de que terminó, realizó consultas regulares de neurología en la Clínica Médica de la Casa Blanca para apoyar a los miles de militares en servicio activo asignados para apoyar las operaciones de la Casa Blanca”, escribió el Dr. O’Connor.
Confirmando lo que un portavoz de la Casa Blanca había dicho ese mismo día, el Dr. O’Connor dijo que Biden había visto al Dr. Cannard todos los años como parte de su examen físico anual y que el último examen no reveló signos de la enfermedad de Parkinson. «El presidente Biden no ha consultado a un neurólogo fuera de su examen físico anual», escribió el Dr. O’Connor.
El Dr. Cannard se reunió con el Dr. O’Connor, así como con el Dr. John Atwood, cardiólogo de Walter Reed, y con otra persona el 17 de enero a primera hora de la tarde en la clínica residencial de la Casa Blanca, según muestran los registros. Esta reunión tuvo lugar un mes antes de que Biden se sometiera a su último examen físico anual en Walter Reed el 28 de febrero.
En una carta de seis páginas publicada después del examen, el Dr. O’Connor dijo que el equipo médico del presidente realizó «un examen neurológico extremadamente detallado» que no reveló «ningún hallazgo consistente con» la enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular u otros trastornos neurológicos centrales. El Dr. O’Connor no dijo si el examen incluía pruebas comunes para evaluar el deterioro cognitivo o detectar signos de demencia que a menudo se recomiendan para las personas mayores.
La Casa Blanca ha dicho en los últimos días que no hay motivos para revisiones adicionales desde febrero. Las preguntas sobre la salud de Biden, y en particular sobre la enfermedad de Parkinson, se han multiplicado desde su desastrosa actuación durante el debate contra Trump el 27 de junio. En entrevistas con ABC News el viernes y MSNBC el lunes, Biden dijo que se sometía al equivalente de un examen neurológico diario debido a la presión de sus deberes presidenciales.
Los registros de visitantes, que también han sido informados por otros medios de comunicación, incluidos el New York Post y The Guardian, indican que la primera visita registrada del Dr. Cannard a la Casa Blanca durante la administración de Biden tuvo lugar el 15 de noviembre de 2022. Los registros indican que estaba visitando a Joshua. Simmons, cuyo título no figura en la lista.
Las últimas ocho visitas del Dr. Cannard comenzaron el 28 de julio de 2023, cuando figuraba como si se hubiera reunido con Megan Nasworthy, enlace de la Casa Blanca con Walter Reed. Ella figuraba como la persona visitada en siete de estas reuniones, que siempre tuvieron lugar temprano, entre las 7 y las 9 horas del viernes, a excepción de la última reunión, que tuvo lugar el jueves 28 de marzo, víspera del Viernes Santo. Los registros señalan una décima visita que parecía ser un recorrido familiar por la Casa Blanca.
Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que aunque el presidente siempre viaja con sus médicos habituales, «no ha visto a ningún especialista en Delaware», donde tiene residencias privadas.
En la época de las primeras reuniones, el Dr. Cannard publicó un artículo de investigación en la revista Parkinsonism & Related Disorders sobre las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson.
Varios neurólogos que no han examinado personalmente a Biden dijeron que observaron síntomas durante sus apariciones públicas compatibles con la enfermedad de Parkinson o una afección relacionada, como habla hipofónica, postura inclinada hacia adelante, andar arrastrando los pies, rostro enmascarado y habla irregular. Pero subrayaron que no se puede hacer un diagnóstico preciso sin un examen de primera mano.
Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Biden no había mostrado signos de la enfermedad de Parkinson y que el Dr. O’Connor no había encontrado ninguna razón para volver a evaluar a Biden para detectar la enfermedad desde su examen físico en febrero. Bates también dijo que el presidente nunca había tomado levodopa ni otros medicamentos para esta afección.
En su entrevista con ABC News el viernes, Biden se negó a someterse a un examen neurológico y cognitivo independiente. “Hago una prueba cognitiva todos los días”, dijo, lo que significa que los desafíos excepcionales de la presidencia realmente lo ponen a prueba todos los días.
Durante una transmisión en MSNBC el lunes por la mañana, Biden volvió a insistir en que su confusión y su vacilante desempeño en el debate eran una aberración debido en parte a una infección u otro problema menor, y no eran una señal de un problema médico más grave.
“Si algo anduvo mal esa noche, no es que simplemente suceda y desaparezca de la noche a la mañana”, dijo. “Por eso salí. Me puse a prueba, me puse a prueba en todos los lugares a los que fui. Salí y expuse mi caso. La noche de este debate salí. Esa noche estuve fuera hasta las 2 de la madrugada. Esa misma noche. Me vuelve loco que la gente hable de esto. »